Sam Bell
Nos pasamos la vida deseando irnos, algunos por escapar otros por cambiar, algunos por cobardes y otros por valientes, otros para vivir aventuras como Sam Bell en Moon, pero y ¿Qué pasa con las vueltas?
No solemos hablar de por qué un buen día decidimos que volver es la opción, no sabemos si la mejor o la peor, pero es la que hemos elegido como válida. Simplemente volvemos, aparecemos en el lugar y contamos las anécdotas que nos parecen mas correctas, hablamos de lo bueno, de lo malo y de recomendaciones varias, o al menos eso es lo que teníamos en mente, por el resto de la vueltas que hemos tenido anteriormente, y por la ilusión con la que la gestionamos.
La de veces que me han preguntado cuando o por qué vuelvo y
las pocas o ninguna que me han preguntado
«¿Para qué?»
Te acabas de marcar un viaje del héroe, posiblemente todavía estás asimilando la mayoría de las cosas que has aprendido o descubierto, ni si quiera sabes exactamente en cual de los 12 estadios te encuentras, porque eres consciente que el viaje comenzó mucho antes de tu llegada a Islandia y que todavía no se ha terminado, aunque fisicamente ya estás en España.
Hay algo que ha hecho que tu vuelta no sea antes ni después, si no ahora, es el justo momento en el que sabes que es la hora, ha llegado el momento de volver.
Es como una sensación casi indescriptible, es una certeza que está en tu mente, puede que tenga su explicación lógica, pero tu la sientes tan tuya que tampoco puedes preguntarte demasiado. Solo deseas hacer las maletas y volver a tu casa. Dar las gracias a todas y cada una de las personas que han pasado por tu vida en todo este tiempo, dar las gracias a cada situación que te ha hecho despertar y abrir los ojos, por las que te han arrancado carcajadas y lágrimas, por cada síndrome de stendhal sufrido en cada viaje y recorrido, por cada cosa que ha pasado por tus ojos, por cada «espejo» que has vivido, por cada vez que te has hecho consciente de cosas que no sabías ni que tenías, por cada paso en firme a tu evolución personal, por cada una de las sensaciones que has experimentado, por las veces que has y te has puesto a prueba.
No puedo dejar de dar las gracias, aun mentalmente porque sin todo esto y muchas más cosas que guardo para mi, no sería lo que soy ahora y mi propio proyecto de lo que quiero ser.
Ya lo decía Quevedo:
«Nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar
y no de vida y costumbres».
Por mucho que planees e imagines, nunca sabes como va a ser ni el camino de vuelta ni la llegada. Yo solo sé que facturaba dos maletas que pesaban menos que todos los recuerdos y sentimientos que guardo y que el día, la noche y la madrugada se hicieron eternas, y que a pesar de tener sentimientos encontrados, lógicamente hay cosas que te dan penita, estaba deseando llegar a casa.
Pero cómo en Moon, algo sucede, siempre hay un algo, y para ti y Sam Bell hay un momento muy jodido en el que te das cuenta que mientras tu estabas de viaje por el mundo exterior, con tu misión, la vida continuaba, los millones de años luz de distancia de tu casa se notaban e iban sucediendo cosas.
Mientras ganabas momentos increíbles, ibas perdiendo otros.
De golpe dejas de estar en la Luna.
Y piensas: » joder, con las ganas que tenía de volver a casa, como si fuese «la vuelta al cole». «
Supongo que este tipo de cosas, al final se hacen ley, vas fluyendo y adaptando a circunstancias, lidiando lo mejor que puedes con sensaciones, intentando aprender e interpretar de que va tu misión en la vida. Al fin y al cabo eres una astronauta que viene de la Luna, de ver auroras boreales, noches eternas y sol de medianoche, y pasar frío, a veces mucho frío, estás preparada para entrar a matar e ir a por el resto de la vida que te espera, y aunque sucedan cosas que te duelan e injusticias que te rompan el alma, tienes que seguir haciendo de tu vida una aventura que merezca la pena imaginar y crear.
Seguirás ayudando a espantapájaros a tener cabeza, a señores de hojalata a tener corazón y a leones a tener coraje, vencerás a cualquier bruja del oeste, y aprenderás que Kansas es un estado y que no hay lugar como el hogar.
Jupiter siempre estará de nuestra parte.