El hábitat de las serpientes
El hábitat de las serpientes o el oda al miedo.
Habitan en los intentos, en los lugares donde no suceden las cosas.
Donde nada ocurre pero todo pasa.
En tu mente.
Ahí, mudando la piel cada dos o tres meses, engullendo casi sin masticar, toneladas de mierda. Engullendo, pero lentamente haciendo la digestión, como su metabolismo, lento, sin prisa.
No sin antes intentar matarte inyectándote sus zoo toxinas por todo tu cuerpo.
Ahí habitan, justo al lado de los monstruos, otros que también ya les vale. De sobra sabemos que en nuestro cuerpo habitan seres que nadie ha invitado, que llegan cuando menos lo esperas, entran en tu casa y no se van, no hay manera de echarles.
Suelen llegar a la hora de cenar, y vienen muertos de hambre, esperando que tu les sacies.
Se alimentan de cada pensamiento que generas, de cada sentimiento que quema, de cada recuerdo, y de cada esperanza. Lo más jodido es cuando tienen sed… llegan a ser capaces de todo, realizan un videoclip en tu mente para reventarte y que llores litros para así beberse tus lágrimas.
No tienen ningún tipo de piedad, remordimiento o algo similar a la moral.
Si tienes suerte, la tuya no te matará, ni te llenará de zootoxinas, sólo estará ahí, a tu lado, y podrás seguir viviendo y respirando con normalidad, con la misma normalidad aparente del resto de los mortales.
¿El antídoto?
Supongo que el antídoto eres tú, no la provoques, al fin y al cabo las serpientes solo atacan a sus presas cuando se sienten atacadas, cuando perciben un atisbo de peligro…
Así que no seas su presa, no te dejes comer, ni las amenaces. No les des de comer.
Dirige cada pensamiento que almacenas en tu mente.
Haz lo mismo con el resto de animales hambrientos, monstruos y elementos paranormales que tienes dando vueltas dentro de ti.
Eso, o ten el suficiente valor para matarla.
Si matas las dudas, matarás a la serpiente.