El Casting Perfecto

El casting perfecto o como darte cuenta de todo lo que vales.

He hecho cientos y cientos de castings, entre agencias, publicidad, series, cine, cortos, proyectos que luego se quedan en un cajón… al principio hasta los contaba y enumeraba, luego ya perdí la cuenta. Demasiados NO como para mantener la moral y el amor propio en pie. Y eso que los SI eran muy grandes

y no puedo estar más agradecida y orgullosa de cada SI que he conseguido, que son eh, no es moco de pavo y tampoco voy a ir de pobrecita. Ha habido muchos SI, que me los he trabajado y ya es mucho más de lo podía imaginar cuando comencé.

Pero los NO joden, jode que una situación o persona pueda eliminar nuestras expectativas de algo que habíamos idealizado o deseábamos, pero que realmente no estaba ocurriendo. Ponte en mi lugar o la de cualquier actor de a pie de calle, de estos que no salen en entrevistas mierder de Vogue en la que cuentan que es todo maravilloso pero nunca cuentan toda la mierda que comes y el nivel de frustración con el que debes convivir o las copas que tienes que poner o promociones que tienes que hacer porque con un sueldo de actor no llegas ni a final de semana, empatiza e imagina si en una buena época tienes tres entrevistas por semana, y una o dos al mes son muy cojonudas, de esas que si salen te promocionas fijo, imagínate que cada una de ellas es un NO, semana tras semana, mes a mes. (Ojo que seguro que hay muchas actrices y actores que les ha salido rodado todo y no les ha costado esfuerzo, soy consciente, pero los hay que si y parece que no se cuenta por que no queda bien)

Aquí hay quien pensará pues chica igual es que no vales, o no es lo tuyo, dedícate a otra cosa. Mmm no, créeme que si he llegado hasta donde he llegado a trabajar y con quien he trabajado es porque soy buena y valgo lo bastante como para seguir adelante, y esto aunque parece fácil o quizás hasta prepotente, me ha costado mucho asumirlo. Soy buena y valgo y lo digo desde la objetividad y un gran trabajo de amor propio. Y si, con toda mi humildad. Valorarse no es EGO, valorarnos es lo que deberíamos hacer cada día.

Hace años vivía para mejorar, siempre quería o pensaba que debía mejorar, hacía todos los cursos que podía, e intentaba aprender treinta y tantas técnicas, porque nunca estaba lo suficientemente preparada, siempre pensaba que no era lo suficiente. Suficiente culta, alta, suficiente guapa, suficiente delgada, suficiente atractiva, suficiente lista, suficiente buena, suficiente interesante… Que jodido es vivir pensando que nunca eres suficiente.

Cuando empezaron a llamarme para castings “importantes” , opcionarme para capitulares, y ya cuando empezaron los si, cada casting era maravilloso, y cerca de pensar que valía y que debería estar orgullosa de mi misma, comenzaron las inseguridades y la caja de pandora se abrió y de ahí salieron monstruos, gigantes, demonios, sombras, brujas y voces hijas de puta saboteándome y tirándome por los suelos. Los previos a castings y rodajes eran… (Y lo mejor de todo es que luego los disfrutaba muchísimo, el ambiente, el trabajo, los personajes, mis compañeras y compañeros,  y sigo teniendo muchos amigos de estos rodajes, estaba en la gloria.)Recuerdo tantas veces que tanto en agencias como amigos del medio me decían “te falta creértelo” y yo no lo entendía, «¿Qué me voy a creer yo? Yo soy humilde y soy lo que soy, ni soy un pibón ni soy la Streep, soy una chica normal” Puto amor propio que tiramos al suelo y pisoteamos. 

¿Podéis creer que en esta foto concretamente era la época que peor me he sentido y mas baja he tenido la autoestima?

Cuando volvió de nuevo la época de los NO…. ( con todo lo que estaba proyectando y lo mal que lo estaba pasando, era obvio que iban a volver los no) La hostia fue heavy, parecía que cada vez estaba más cerca de optar a mejores trabajos y encaminarme hacia lo que realmente deseaba, pero no, parón absoluto, ni casting, ni llamadas, ni proyectos. Y la obsesión porque el teléfono ya nunca sonaba y el no soy soy lo suficiente se agrandó hasta hacerme daño. ¿Por qué yo no? A recoger los naipes y guardarlos.

Con el tiempo llegué a entender que era una cuestión de amor propio y que SÍ, hacía un trabajo cojonudo y SÍ, era un pibón. Que simplemente no era el momento y no podía hacer más de lo que estaba haciendo, que tenía que madurar o experimentar o… sinceramente no tengo ni idea y prefiero pensar que no era el momento,  y que tenía que aprender muchas cosas, sobre todo conmigo misma y quitar el mármol, como decía Miguel Angel, ya que ahora veo las cosas de forma muy diferente.

Tomar consciencia de esto tiene su aquel, tienes muchas cosas a las que enfrentarte, más que nada porque el día que di un suave portazo estaba bastante escocida y darte cuenta que todo estaba en ti, y regresar mentalmente al lugar que te hizo pupa no es muy cómodo, pero con otro punto de vista y otra forma de valorarte hace que las cosas sean diferentes.

Cuando eres capaz de ver que todo era MIEDO, y que lo que mas miedo nos da es nuestra propia luz, que todo lo que nos limita es el miedo y las creencias absurdas que achacamos para no enfrentarnos a él.

Cuando eres capaz de entender que te lo mereces, que mereces lo que realmente deseas y que por supuesto que eres suficiente y valida.

Cuando eres consciente de que estás donde tenías que estar ahora, porque todo era un proceso para ser lo que eres ahora y de quien estás tan orgullosa.

Cuando empiezas a comprender cada “créetelo , valórate, quiérete, ten un poco de amor propio” de quienes te rodeaban…

Es cuando te das cuenta que SI has pasado el casting, el casting perfecto, y que eres tú, tu eres la protagonista y estas lista para comenzar a rodar, y como dice Second «no sé rendirme, yo no contemplo esa palabra». Ahora vas a tener muchos más castings perfectos.

El universo no da puntadas sin hilo, si no que se lo pregunten a Julia Ladouce.

PD: Dar cera, pulir cera.